domingo, 16 de noviembre de 2014

Arando en el yermo

Rodolfo Montes de Oca

En 1897 estalla en la isla de Creta, cuna de la civilización minoica, una insurrección armada de sus pobladores apoyados por Grecia contra el imperio Otomano y su espantajo albano, Turhan Pasha Përmeti. El movimiento sedicioso adquirió dimensiones épicas cuando las potencias extranjeras intervinieron a favor de los alzados, lo que obligo a las tropas turcas a abandonar la isla en 1898 y concederle el estatuto de principado autónomo, regido por Jorge I, pero bajo la soberanía intransferible de los otomanos. En esos días repletos de pólvora y barrial un grupo de soldados auxilia a un patrio de la villa de Ferentinata que se encuentra herido, su nombre es Marinos Antypas.

Antypas, será recordado en la historia griega como el “padre del proceso agrario nacional[1], el hombre que puso de manifiesto las contradicciones inerrantes a la tenencia y producción de la tierra dentro de las fronteras helénicas.

Nace 1872 en la isla de Cefalonia, una de las más importantes y comerciales del archipiélago Jónico, es  hijo de Spiros Antypas y Angelin Klada, una unión matrimonial de situación económica desahogada, lo cual le permite trasladarse hasta Atenas donde inicia sus estudios de derecho.
  
Durante sus estudios académicos se convierte en uno de los principales animadores de la “Sociedad por la Unidad Socialista”  una suerte de cofradía radical que reagrupaba a los interesados en las ideas anticapitalistas y anarquistas de la época. Pero las noticias de una insurrección en Creta, suenan en sus tímpanos y como buen aventurero decide enrolarse en el ejército como voluntario.

Tal estimulo lo pagaría con creces, ya que es herido al poco tiempo de iniciarse las escaramuzas, por lo que es sacado del dantesco y peligroso juego de bayonetas. Desde su reposo empieza a manifestar su disidencia con la monarquía por el rol que esta había desempeñado durante el conflicto armado. Por lo cual es detenido y enviado al exilio en la isla de Aegina, es catalogado de “preso peligroso”, bajo el N ° 4176[2]  y  se le somete a un régimen de silencio impuesto por el Ministerio de Justicia, el cual sentencio que:

Antypas debe mantenerse en aislamiento y nadie debe hablar con él. Si el reo no cumple con esta disposición, deberá ser encerrado en confinamiento y su comida se servirá sin sal[3]

Al poco tiempo alcanza su libertad, por lo cual, en 1900 se traslada a su hogar natal, la isla de Cefalonia donde inicia un proceso de concientización en la comunidad. Edita el periódico “Anastasi” y crea el “Salón de Lectura del Pueblo” que se convertirá en el foco de debate político de la isla.

Es durante este periodo que trabaja como carpintero junto a su padre y tiene dos hijas a las cuales llama “Anarchia” (Anarquía) y “Epanastasi” (Revolución). Pero como era de esperarse su figura empieza a incomodar a los monarcas por lo cual su periódico es clausurado en varias oportunidades.

Para 1903, viaja hasta Bucarest donde visita a su tío, Gerasimos Skiadaresis, el cual se había convertido en un rico terrateniente con múltiples propiedades en la región. Este, lo convence para que se traslade hasta una de sus haciendas cercana a la población de Pyrgetos y gestione su producción, esta propuesta es aceptada por Antypas que ve en la oferta una oportunidad de acercarse al campesinado helénico.

Una vez instalado inicia de forma paulatina a introducir una serie de reformas dentro del campesinado, predicando con los hechos, construye una pequeña escuela, acuerda el domingo como un día de no trabajo y establece la repartición de la cosecha de un 35% a un 75%, con lo cual se iguala la repartición de la producción[4].


Estas acciones sociales le ganan un importante reconocimiento dentro del labrador expoliado, el cual empieza a congeniar con sus ideas de cambio radical. Pero Antypas, como muchos otros anarquistas, creyó que las elecciones era un camino que se podía transitar para alcanzar la equidad entre los seres vivos, es por eso que decide participar en las elecciones legislativas de 1906, teniendo una pírrica votación de un electorado que sentía una contradicción en Marinos.

Con este fracasó a cuestas, el anarquista de Cefalonia se centra en inculcar la idea dentro de los aldeanos y pequeños propietarios, estas acciones son seguidas desde muy cerca por los terratenientes del sector que sienten que es una amenaza directa para sus intereses patrimoniales, debido a esto inician una serie de quejas ante la policía y la prefectura que se siente de manos atadas.

Es por ello, que en el cartel campestre se hace una recolección de fondos para pagar su asesinato,  el precio final por su cabeza se tranza por 30.000 dracmas, entre sus fomentadores se encontraba Ionnis Metaxás, el que décadas después será el otrora patrón del régimen fascista helénico. 

El fatídico plan se materializa un 8 de marzo de 1907, cuando el capataz John Kiriakou realiza una serie de provocaciones verbales y físicas contra Antypas y este responde abofeteándolo, por lo cual se convierte en la excusa perfecta para que este desenfunde un revolver y efectué dos disparos hiriendo de gravedad al cefolino que cae en los brazos de su primo Panagiotis Skiadaresi. Sus últimas palabras fueron: “igualdad, fraternidad, libertad[5]

Su asesino fue absuelto amparado por la “legítima defensa” que esbozo su defensor ante un tribunal parcializado, su muerte como la de muchos anarquistas quedo arrimada en una pila de expedientes sin conclusión. Sin embargo, su verbo y acción cabalgara por décadas en las islas jónicas siendo considerado por muchos como el padre de la cuestión agraria helénica.





[1] Extraído del portal Web: http://www.kefalonia.net.gr/en/infoID.asp?CatID=10&ScatID=92&EntityID=294
[2] George N. Moschopoulos (2002), History of Kefalonia (A Synopsis of the author's two-volume book), trans. Angelica Vrettou, n.p.  pp. 88–95
[3]Spiros D. Loukatos (1980). Marinos Sp. Antypas, His Life, Era, Ideology, Actions and his Assassination. Atenas.
[4] Extraído del portal Web: http://tvxs.gr/news/user-post/i-eksegersi-toy-kileler-ziteitai-marinos-antypas
[5] VVAA. Articles on Assassinated Greek Politicians, Including: George I of Greece, Grigoris Lambrakis, Theodoros Deligiannis, Marinos Antypas, Pavlos Bakoyannis, Ioannis Kapodistrias. Hephaestus Books, 2011.

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