domingo, 16 de noviembre de 2014

La siembra de un griego en México

Rodolfo Montes de Oca

El 9 de julio de 1868 en el patio de la Escuela Moderna  del Rayo y del Socialismo, a las diez de la mañana, es pasado por las armas en Chalco conforme a la ley del 6 de diciembre de 1856, el insurgente Julio Chávez López acusado por las autoridades mexicanas de “comunista, asesino y gavillero[1] y de dirigir una insurrección armada para implantar el “socialismo sin autoridad” en la región de Tlaxcala. Antes de que dispararan los fusiles sobre su cuerpo, un griego bien conocido en las zonas rurales y campesinas  de ese estado, en el retiro de una celda, se aísla ante el desconsuelo de la pérdida de un alumno.

El indígena Chávez López había iniciado una algarada armada de carácter agrario asaltando e invadiendo haciendas en Texcoco, San Martín Texmelucan, Taplan y en Morelos; comenzó como una partida de bandoleros que fue ganando poco a poco las simpatías de las comunidades menesterosas e indígenas, repartiendo entre ellos bienes y tierras de los hacendados esclavistas.

Para el 20 de abril de 1869 deciden darle un cuerpo programático a su causa y redactan en Chalco su “Manifiesto a todos los oprimidos y los pobres de México y del universo” en donde criticaban el latifundio, la iglesia y el estado, el robo en las tiendas de raya, la esclavitud de las deudas trasmitidas de padres a hijos y la miserable paga a los jornaleros. Su declaración de guerra cerraba así:

“Es indispensable salvar el momento y levantar nuestros esfuerzos en torno de esa sacrosanta bandera de la revolución socialista, que dice desde lo más alto de la República: Abolición del gobierno y de la explotación. Alcemos nuestra cara buscando con serenidad nuestra salvación, que radica en nosotros mismos”

No queda claro en la historia como fue arrinconado y superado por el ejército mexicano, es de suponer que el número de hombres, medios y logística con que contaban las tropas gubernamentales fuesen mayores a las precarias cuadrillas de rebeldes. Esta acción seria el preludio de la tempestad de sangre, muerte y traición en que experimentarían los mexicanos 40 años después durante la Revolución de 1910. [2]

El “gavillero” Chávez López fue un asiduo colaborador y alumno de la Escuela Moderna que en esa localidad consolidaron los anarquistas junto a los socialistas, paradójicamente seria el lugar de su fusilamiento, a la cabeza de aquella experiencia se encontraban dos libertarios: el mexicano Francisco Zalacosta y el griego Plotino  Rhodakanaty. 

Rhodakanaty, nació el 14 de octubre de 1828 en Atenas en un hogar de situación económica desahogada, su padre era medico, escritor y guerrero, combatiendo contra los Otomanos entre 1821 y 1829[3]. Con la muerte de su progenitor se traslada hasta Viena para estudiar medicina, pero el destino lo ubico en Budapest  (Hungría) en 1848 donde vive junto a la multitud la rebelión húngara contra  el imperio austriaco, que tuvo connotaciones sociales y de enfrentamiento entre la burguesía y el creciente proletariado fabril.

Estos acontecimientos marcan para siempre su vida,  ese mismo año se mudo a Berlín para continuar con sus estudios de medicina, al año siguiente visitó París para conocer en persona a Pierre Joseph Proudhon, período de 1850 a 1857 se sabe que vivió en Berlín en donde estudio filosofía política y estuvo al tanto del aprendizaje de varios idiomas, siete en total. En 1857 decidió instalarse en París, en donde escribió el folleto De la Naturaleza para 1860.

Durante este tiempo el griego siente especial interés por el Fourierismo y por el mutualismo libertario, es por ello que cuando el presidente mexicano Ignacio Comonfort, pública el decreto del 1 de febrero de 1856, en el cual se daban incentivos para el establecimiento de Colonias Agrarias; Esta propuesta fue digna de tomarse en cuenta y para febrero 1861 Rhodakanaty se encontraba arribando al puerto de Veracruz.[4] Poco tiempo en el país, el griego comprobó que los campesinos, en sus pueblos tradicionales vivían según las ideas básicas del mutualismo, pero que estaban siendo oprimidos por el despojo de los hacendados y la insensibilidad de un gobierno indiferente.

A su llegada a México y para involucrarse en la discusión política escribió un panfleto titulado Cartilla Socialista o sea el catecismo elemental de la escuela de Carlos Fourier: el falansterio, en donde explicaba los principios de una sociedad agrícola utópica, resultado de la comprensión de la armonía del universo, además de atacar a las instituciones humanas como causantes de los males sociales; destaco la urgencia de acabar con el desorden político y de encaminar las energías colectivas en dirección de la reforma social.[] Gracias a la exposición de estas ideas, Rhodakanaty fue conocido en el medio intelectual mexicano como antipositivista. Sus ideas que durante sus diecisiete años de estancia en México, las defendió, proclamó y alimentó a favor de sus ideales. [5]

Para masificar sus planteamientos, el griego no escatimo en medios impresos en las cuales poder la buena nueva”, encontrando articulo de su pluma en las publicaciones: Renacimiento, El Boletín Republicano, El Correo de México, El Combate, La Democracia, El Federalista, La Reconstrucción, El Monitor Republicano, El Siglo XIX, El Socialista, La Internacional, El Hijo del Trabajo, La Comuna Internacional, El Combate, El Craneoscopio, El Correo de los Estados, La Verdad y La Voz del Desierto.
predicar y llevar “

Pero aunque disfrutaba de la redacción de documentos, Rhodakanaty no perdía de vista su labor de construir colonias independientes agrícolas; por ello para solventar sus gastos trabajo como médico en su propia casa, además de dar clases particulares. Durante sus primeros años se involucró en conocer gente con pensamiento similar al suyo, en 1963 crearon un grupo de estudio, y en 1865 se nombraron “Grupo de Estudiantes Socialistas”, estos se consideraban “bakunistas mexicanos”, dentro de los que encabezaron este proyecto se encuentran Francisco Zalacosta; joven entusiasta que encabezaría las futuras luchas agrarias, Santiago Villanueva, organizador del primer movimiento obrero de México; y Hermenegildo Villavicencio.[6] Su actividad se centro en la organización mutualista, como en la consolidación de la denominada “Sociedad de Socorros Mutuos” creada en 1853.

Durante el año de 1864 Rhodakanaty publicó un nuevo panfleto titulado Neopanteísmo, consideración sobre el hombre y la naturaleza. En este texto se muestra la idea de los utópicos falansterios aldeanos de Fourier, incorporado a su idea de sociedades y cooperativas mutualistas unidas al rechazo del Estado. En este escrito se ven sus intenciones políticas con respecto al Estado mexicano de la época, proponía “una estructura política federalizada”, denunciaba casi toda actividad política y rechazaba la dictadura del proletariado. Deseaba eliminar la intervención del Estado en los asuntos financieros domésticos, así como reorganizar las propiedades privadas en cooperativas, y abolir la política, así como los partidos políticos.[7][]

Rhodakanaty fundó una escuela para campesinos en Chalco del Estado de México, llamada la “Escuela del Rayo y del Socialismo”. En donde se enseñaba a los campesinos a leer, escribir, oratoria, métodos de organización y los ideales socialistas libertarios. El plan de estudios intentaba hacer de los campesinos hombres educados y socialistas, oradores convincentes, conocedores de los métodos de organización. A este lugar llegó un joven campesino de nombre Julio Chávez López, quien entusiasmado por las teorías de Fourier y de Proudhon se convirtió en el estudiante más notable y sobre todo el más convencido de llevar a cabo una rebelión que reestructurara el orden agrario de la zona.

Sin planteárselo, el griego fue precursor de este levantamiento al preparar el camino para el establecimiento de colonias agrícolas comunales, Chalco representaba una región donde la resistencia del campesinado contra las haciendas era fuerte y tradicional, Rhodakanaty no estuvo en la rebelión, tal vez por sus ideas pacifistas, pero fue capturado y acusado de complicidad y promotor de la insurgencia.

Se salva de ser “ajusticiado” por terratenientes del Chalco que lo veían como uno de los principales instigadores de la revuelta, es liberado y se le pierde el rastro hasta 1886 cuando se sabe que abordo un barco para arribar a Europa. Los historiadores desconocen la fecha exacta de su muerte y que paso con él, no se guardan registros de defunción ni de sus pasos por el viejo continente; pero sobre lo que no queda duda es que fue un griego que a millones de kilómetros de sus azules costas incubo el germen de la rebelión campesina que pondría de relieve 40 años atrás nombres como el de Emiliano Zapata o Ricardo Flores Magón.




[1] Extraído del portal Web: http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/7/09071868-JCh.html
[2] Julio Chávez López. Manifiesto a todos los oprimidos y pobres de México y del universo, Chalco, 20 de abril de 1869.
[3] Jose Valadés (1984). El socialismo libertario mexicano (siglo XIX). Culiacán, Universidad Autónoma de Sinaloa.
[4] Carlos Illades (2002). Rhodakanaty y la formación del pensamiento socialista en México. México, Universidad Autónoma Metropolitana/ Anthopos.  p. 18.
[5] Adolfo Gilly (1994). La Revolución interrumpida. ERA. México. p.27
[6] John  Hart (1974). Los anarquistas mexicanos 1860-1900. SepSetentas. México.
[7] Op cit

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