Rodolfo Montes de Oca
El 9 de julio de 1868 en el patio
de la Escuela Moderna del Rayo y del
Socialismo, a las diez de la mañana, es pasado por las armas en Chalco conforme
a la ley del 6 de diciembre de 1856, el insurgente Julio Chávez López acusado
por las autoridades mexicanas de “comunista,
asesino y gavillero”[1] y de
dirigir una insurrección armada para implantar el “socialismo sin autoridad” en la región de Tlaxcala. Antes de que
dispararan los fusiles sobre su cuerpo, un griego bien conocido en las zonas
rurales y campesinas de ese estado, en
el retiro de una celda, se aísla ante el desconsuelo de la pérdida de un
alumno.
El indígena Chávez López había
iniciado una algarada armada de carácter agrario asaltando e invadiendo
haciendas en Texcoco, San Martín Texmelucan, Taplan y en Morelos; comenzó como
una partida de bandoleros que fue ganando poco a poco las simpatías de las
comunidades menesterosas e indígenas, repartiendo entre ellos bienes y tierras
de los hacendados esclavistas.
Para el 20 de abril de 1869
deciden darle un cuerpo programático a su causa y redactan en Chalco su “Manifiesto a todos los oprimidos y los
pobres de México y del universo” en donde criticaban el latifundio, la
iglesia y el estado, el robo en las tiendas de raya, la esclavitud de las
deudas trasmitidas de padres a hijos y la miserable paga a los jornaleros. Su
declaración de guerra cerraba así:
“Es indispensable salvar el momento y
levantar nuestros esfuerzos en torno de esa sacrosanta bandera de la revolución
socialista, que dice desde lo más alto de la República: Abolición del gobierno
y de la explotación. Alcemos nuestra cara buscando con serenidad nuestra
salvación, que radica en nosotros mismos”
No queda claro en la historia
como fue arrinconado y superado por el ejército mexicano, es de suponer que el
número de hombres, medios y logística con que contaban las tropas
gubernamentales fuesen mayores a las precarias cuadrillas de rebeldes. Esta
acción seria el preludio de la tempestad de sangre, muerte y traición en que
experimentarían los mexicanos 40 años después durante la Revolución de 1910. [2]
El “gavillero” Chávez López fue un asiduo colaborador y alumno de la
Escuela Moderna que en esa localidad consolidaron los anarquistas junto a los
socialistas, paradójicamente seria el lugar de su fusilamiento, a la cabeza de
aquella experiencia se encontraban dos libertarios: el mexicano Francisco
Zalacosta y el griego Plotino
Rhodakanaty.
Rhodakanaty, nació el 14 de
octubre de 1828 en Atenas en un hogar de situación económica desahogada, su
padre era medico, escritor y guerrero, combatiendo contra los Otomanos entre
1821 y 1829[3]. Con la muerte de su
progenitor se traslada hasta Viena para estudiar medicina, pero el destino lo
ubico en Budapest (Hungría) en 1848
donde vive junto a la multitud la rebelión húngara contra el imperio austriaco, que tuvo connotaciones
sociales y de enfrentamiento entre la burguesía y el creciente proletariado
fabril.
Estos acontecimientos marcan para
siempre su vida, ese mismo año se mudo a
Berlín para continuar con sus estudios de medicina, al año siguiente visitó
París para conocer en persona a Pierre Joseph Proudhon, período de 1850 a 1857
se sabe que vivió en Berlín en donde estudio filosofía política y estuvo al
tanto del aprendizaje de varios idiomas, siete en total. En 1857 decidió
instalarse en París, en donde escribió el folleto De la Naturaleza para
1860.
Durante este tiempo el griego
siente especial interés por el Fourierismo y por el mutualismo libertario, es
por ello que cuando el presidente mexicano Ignacio Comonfort, pública el
decreto del 1 de febrero de 1856, en el cual se daban incentivos para el
establecimiento de Colonias Agrarias; Esta propuesta fue digna de tomarse en
cuenta y para febrero 1861 Rhodakanaty se encontraba arribando al puerto de
Veracruz.[4] Poco
tiempo en el país, el griego comprobó que los campesinos, en sus pueblos
tradicionales vivían según las ideas básicas del mutualismo, pero que estaban
siendo oprimidos por el despojo de los hacendados y la insensibilidad de un
gobierno indiferente.
A su llegada a México y para
involucrarse en la discusión política escribió un panfleto titulado Cartilla
Socialista o sea el catecismo elemental de la escuela de Carlos Fourier: el
falansterio, en donde explicaba los principios de una sociedad agrícola utópica,
resultado de la comprensión de la armonía del universo, además de atacar a las
instituciones humanas como causantes de los males sociales; destaco la urgencia
de acabar con el desorden político y de encaminar las energías colectivas en
dirección de la reforma social.[] Gracias a la exposición de estas
ideas, Rhodakanaty fue conocido en el medio intelectual mexicano como
antipositivista. Sus ideas que durante sus diecisiete años de estancia en
México, las defendió, proclamó y alimentó a favor de sus ideales. [5]
Para masificar sus planteamientos, el griego no escatimo en medios
impresos en las cuales poder la buena nueva”, encontrando articulo de su pluma en las
publicaciones: Renacimiento, El Boletín
Republicano, El Correo de México, El Combate, La Democracia, El Federalista, La
Reconstrucción, El Monitor Republicano, El Siglo XIX, El Socialista, La
Internacional, El Hijo del Trabajo,
La Comuna Internacional, El Combate,
El Craneoscopio, El Correo de los Estados, La Verdad y La Voz del Desierto.
predicar y llevar “
Pero aunque disfrutaba de la
redacción de documentos, Rhodakanaty no perdía de vista su labor de construir
colonias independientes agrícolas; por ello para solventar sus gastos trabajo
como médico en su propia casa, además de dar clases particulares. Durante sus
primeros años se involucró en conocer gente con pensamiento similar al suyo, en
1963 crearon un grupo de estudio, y en 1865 se nombraron “Grupo de Estudiantes Socialistas”, estos se consideraban “bakunistas mexicanos”, dentro de los que
encabezaron este proyecto se encuentran Francisco Zalacosta; joven entusiasta
que encabezaría las futuras luchas agrarias, Santiago Villanueva, organizador
del primer movimiento obrero de México; y Hermenegildo Villavicencio.[6] Su
actividad se centro en la organización mutualista, como en la consolidación de
la denominada “Sociedad de Socorros
Mutuos” creada en 1853.
Durante el año de 1864
Rhodakanaty publicó un nuevo panfleto titulado Neopanteísmo, consideración
sobre el hombre y la naturaleza. En este texto se muestra la idea de los
utópicos falansterios aldeanos de Fourier, incorporado a su idea de sociedades
y cooperativas mutualistas unidas al rechazo del Estado. En este escrito se ven
sus intenciones políticas con respecto al Estado mexicano de la época, proponía
“una estructura política federalizada”,
denunciaba casi toda actividad política y rechazaba la dictadura del
proletariado. Deseaba eliminar la intervención del Estado en los asuntos
financieros domésticos, así como reorganizar las propiedades privadas en
cooperativas, y abolir la política, así como los partidos políticos.[7][]
Rhodakanaty fundó una escuela
para campesinos en Chalco del Estado de México, llamada la “Escuela del Rayo y del Socialismo”. En
donde se enseñaba a los campesinos a leer, escribir, oratoria, métodos de
organización y los ideales socialistas libertarios. El plan de estudios
intentaba hacer de los campesinos hombres educados y socialistas, oradores
convincentes, conocedores de los métodos de organización. A este lugar llegó un
joven campesino de nombre Julio Chávez López, quien entusiasmado por las
teorías de Fourier y de Proudhon se convirtió en el estudiante más notable y
sobre todo el más convencido de llevar a cabo una rebelión que reestructurara
el orden agrario de la zona.
Sin planteárselo, el griego fue
precursor de este levantamiento al preparar el camino para el establecimiento
de colonias agrícolas comunales, Chalco representaba una región donde la
resistencia del campesinado contra las haciendas era fuerte y tradicional,
Rhodakanaty no estuvo en la rebelión, tal vez por sus ideas pacifistas, pero
fue capturado y acusado de complicidad y promotor de la insurgencia.
Se salva de ser “ajusticiado” por terratenientes del
Chalco que lo veían como uno de los principales instigadores de la revuelta, es
liberado y se le pierde el rastro hasta 1886 cuando se sabe que abordo un barco
para arribar a Europa. Los historiadores desconocen la fecha exacta de su
muerte y que paso con él, no se guardan registros de defunción ni de sus pasos
por el viejo continente; pero sobre lo que no queda duda es que fue un griego
que a millones de kilómetros de sus azules costas incubo el germen de la
rebelión campesina que pondría de relieve 40 años atrás nombres como el de Emiliano
Zapata o Ricardo Flores Magón.
[1] Extraído del portal Web:
http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/7/09071868-JCh.html
[2] Julio Chávez López. Manifiesto a todos
los oprimidos y pobres de México y del universo, Chalco, 20 de abril de 1869.
[3] Jose Valadés (1984). El
socialismo libertario mexicano (siglo XIX). Culiacán, Universidad Autónoma de
Sinaloa.
[4] Carlos Illades (2002).
Rhodakanaty y la formación del pensamiento socialista en México. México,
Universidad Autónoma Metropolitana/ Anthopos. p. 18.
[5] Adolfo Gilly (1994). La
Revolución interrumpida. ERA. México. p.27
[6] John Hart (1974). Los anarquistas mexicanos 1860-1900.
SepSetentas. México.
[7] Op cit
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